lunes, 18 de octubre de 2010

Nebulosa

¿Y como se cuando parar, cuando contentarme con suficiente?

Parece algo muy complicado, siempre aspirando a más... ¿es realmente esa la forma de conseguirlo?

Hoy un poco de neblina, de esa que es tan densa que no te deja ver que hay detrás.

Hay veces que eso es lo que pasa en la mente, no se ven claras las ideas, deseos, sueños y demás. ¿Que pasa cuando uno alcanza lo que se supone que "todo el mundo" quiere y sin embargo uno no lo siente? Nada, eso pasa NADA. Y la nada nos consume, no podemos vivir en la nada; queremos ser algo, alguien...
Algunos necesitan serlo a escala mundial, hete aquí los famosos, cada uno según su talento, unos más cultos y otros no tanto.
Otros solo necesitamos sentirnos alguien para nuestro entorno o para nosotros mismos.

El problema es que estamos contaminados y al fin de cuentas no sabemos que significa ser "alguien" pensamos que si terminamos los estudios, trabajamos, nos casamos, tenemos casas e hijos, eso nos hará alguien, pero ¿Qué pasa si EL supuestamente "día más feliz de nuestras vidas", no lo es? ¿si queremos huir de todo? ¿Que si todo eso no es lo que a nosotros nos llena?

...

Entonces buscamos con afán esa carrera que se convierta en lo que realmente nos gusta, no importa cuantas abandonemos en el camino, pero tenemos la mirada fija en el futuro, en ese preciso instante cuando terminemos algo que nos haga levantarnos cada día para disfrutar eso.

Trabajamos en sitios caóticos y de mala muerte, donde no se nos valora, se nos trata fatal...pero nos engañamos diciéndonos que es solo algo temporal, hasta que podamos alcanzar ese "trabajar de lo nuestro"y "ser nuestros propios jefes" impulsándonos a aguantar al pesado del jefe cada día.

Nos casamos y formamos un nuevo hogar, que no resulta para nada similar a una comedia romántica, nos damos cuenta que vivimos con un extraño, que no tenemos las aficiones idénticas, que tenemos mal humor a la mañana o cuando estamos cansados, que no todo es diversión, que "quien saca al perro" es la riña diaria, que las crianzas diferentes se notan, asumiendo que tardaremos años en acoplarnos perfectamente y que tener la casa ordenada es una tarea dificilísima. Pero de golpe y cuando estamos dispuestos a tirar la toalla, llega ese momento, esa mirada, esa palabra, ese despertar remolón un domingo por la mañana y que lo único que queremos es abrazarnos a nuestro amor durmiente como si la vida se nos fuera en ello, ahí, justo en ese momento sabemos que todo esfuerzo vale la pena mientras los dos sigamos poniendo un granito en ello...

Los sueños cambian, nosotros crecemos y queremos otras cosas... la clave es pelearla, seguir buscando, sabiendo que no importa las dudas, las inseguridades que sintamos hay algo que nunca cambia... Nosotros somos en todos esos alteregos ese "alguien" que está presente cada día en la nebulosa.

Está en nosotros el dejar que la nebulosa nos absorba o traspasarla para admirar el paisaje...

Espero acordarme de esto en la Nebulosa del mañana y alejarme de la Nada.