lunes, 10 de octubre de 2011

El nuevo hogar de los Longboard

Gracias a mi gran Teddy ahora nuestros longboard tienen su lugar en el piso, cerquita de la puerta para poder tenerlos bien a mano cuando salimos en busca de aventuras urbanas.
A todo esto explicare el hecho de como empezamos la idea de aprender el arte del longboard.
Resulta que nos mudamos a un precioso ático muy luminoso y con dos terrazas, en las que prácticamente vivimos cuando es verano. La única pero gran pega que tiene, es que es un sexto sin ascensor...y sí! es verdad que somos jovenes y toda la historia pero cuando hay que subirla unas cuantas veces al día, algunas con compras, se hace complicada.
Por esa razón vendimos las bicicletas que ya era imposible guardar en casa y seguramente serían destrozadas y luego robadas si se dejaban en la calle. Y nos compramos los longboard el pasado Julio.
Desde ya os digo que es la mejor decisión que hemos tomado, es super liberador cuando se empieza a ir con soltura, el viento en la cara y siendo propulsado por tu propia energía.
Pero como no quiero aburrir sobre el tema en el primer post que le dedico, seguiré otro día.
De momento los long ¡están contentos en su casitas!

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